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La contaminación es un problema que no podemos ver pero que tiene consecuencias sobre nuestra salud, ya que el 15% de las muertes en el Mediterráneo se deben a la degradación del medio ambiente. El aire contiene partículas PM 2,5, dióxido de nitrógeno, dióxido de carbono, ozono y dióxido de azufre, que pueden causar problemas respiratorios y otras dolencias para la salud. Los filtros de aire HEPA-13 pueden filtrar el 99,97% de todos los contaminantes y garantizan un aire limpio en espacios de hasta 130m2, manteniendo su espacio seguro, limpio y saludable.

Un mal que no podemos ver 

Nadie puede poner en duda los beneficios que la alta tecnología, así como la globalización, han traído a nuestras vidas. El problema está, como en todo, en los excesos. No vale la pena ocultarlo: el crecimiento tecnológico y económico de nuestras naciones ha sido, y sigue siendo, desproporcionado. No solo consumimos más recursos más rápido, sino que en el proceso estamos haciendo un lodazal de nuestra casa; el planeta en el que vivimos. 

Esto tiene consecuencias conocidas por todos. El desgaste de nuestro medio ambiente se paga con una cuota elevada. Según la OMS, el 20% de las muertes en toda Europa son causadas por enfermedades que tienen su raíz en el desgaste del medio ambiente. Aunque ya hace una década de esta nota, viene a cuento con las realidades presentes, y es posible que el porcentaje haya aumentado —y no disminuido— en estos últimos diez años. 

Se habla aquí, sobre todo, de problemas con el sistema respiratorio y la degradación de los pulmones, pero también podemos contemplar riesgos para la vida que aún no viene al mundo, en forma de malformaciones en el feto y problemas de salud generalizadas para las mujeres embarazadas. La realidad es siempre mucho más sutil de lo que parece, y no necesitamos ver cielos grises o humo de tabaco en nuestras casas, para saber que la contaminación se encuentra ahí, que el índice de calidad del aire baja cada día más y más, y que nuestros pulmones, corazón, vasos sanguíneos e incluso sangre misma, todo ello oculto a nuestros ojos, sufren sus efectos. Si tan solo fuera más sencillo ver 

Los responsables

Vale la pena recordar un dato importante. Cada día, respiramos entre 8.000 y 9.000 litros de aire. Pero no se trata del aire limpio de las montañas, sino de ese otro sucio que encontramos en las calles y los parques, en nuestras casas y en las oficinas en las que trabajamos. Cada bocanada que damos viene cargada con toda clase de materia contaminante que somos incapaces de ver, como las partículas PM 2,5, que son residuos físicos empapados de toxinas. Respiramos dióxido de nitrógeno (NO2) y respiramos nuestro propio dióxido de carbono (CO2), que puede llegar a ser peligroso en caso de acumularse en los espacios cerrados. La única manera de saber que están presentes en nuestro ambiente es por medio de detectores químicos.   

air quality moho

Por sí mismas, ninguna de estas (y otras) sustancias son peligrosas. Para que sean consideradas contaminantes, deben de encontrarse en concentraciones elevadas, lo cual no ocurre en situaciones convencionales, aunque nuestro actual dilema con el aire lo es todo menos convencional.  

A los contaminantes que ya hemos mencionado antes, todos ellos presentes en nuestras calles, casas y oficinas, hay que agregarles unos cuantos más. Está, por ejemplo, el ozono (O3), el cual forma la capa atmosférica que nos protege de la radiación ultravioleta del sol, además de partículas cargadas venidas de explosiones estelares a millones de años luz de la Tierra. ¿Cómo puede ser perjudicial para nosotros? El cuerpo humano no ha evolucionado para estar cerca de él. Se vuelve tóxico conforme más cercano está a nosotros, por lo que el ozono a nivel de suelo, producido por centrales eléctricas y vehículos de motor, es considerado un peligro. También se encuentra el dióxido de azufre (SO2), que resulta de la quema de petróleo crudo y carbón. No es un químico que se encuentre con frecuencia en nuestras casas, pero es posible que parte de él ingrese a nuestros interiores cuando abrimos las ventanas para ventilar. Sobre todo, si vivimos o trabajamos cerca de zonas industriales. 

Que vivamos en zonas residenciales, alejadas de la industria y el tráfico, no significa que estemos libres de estos contaminantes. Las corrientes de aire las transportan de un lugar a otro, algunas veces incluso de país a país y de continente a continente. A esto se le llama contaminación transfronteriza y no hay manera de controlarla, pues nadie tiene control sobre las corrientes del aire y del agua. Notaremos su presencia en nuestros interiores por la atmósfera pesada que ahí se respira, tal vez por alguna capa de suciedad sobre nuestros muebles, pero no habrá manera concreta de saber que están ahí. Para entonces nuestra salud habrá recibido un gran golpe. 

Algunos efectos 

La manera en la que estos y otros contaminantes, como los compuestos orgánicos volátiles (VOCs por sus siglas en inglés), nos afectarán no es siempre concreta. Depende mucho de las concentraciones en el aire que respiramos, así como las mezclas y el tiempo de exposición. Dependerá de también de la manera en la que estos contaminantes afecten al tejido de los pulmones

Los pulmones son el órgano interno cuya exposición al aire contaminado es más directa. No es una sorpresa entonces que los problemas respiratorios sean los más comunes, aunque también hay otros malestares que pueden resultar del aire contaminado y no estar relacionados al sistema respiratorio, como la osteoporosis. En cuanto a la respiración concierne, la contaminación del aire en exteriores e interiores puede resultar en una serie de problemas, tanto menores como preocupantes. Están las distintas formas de irritación, en la garganta y la nariz. Está la tos y lo que se conoce como sibilancia, un sonido agudo que se escucha al respirar, mientras el aire se mueve por los conductos pulmonares. También están los dolores en la respiración y un empobrecimiento de la capacidad pulmonar. Las patologías terminan por agravarse, y esto lleva a un aumento en las infecciones. Esto, a su vez, se vincula a una muerte prematura por enfermedades respiratorias o cardiacas

Ninguno de nosotros está seguro, pero es verdad que existen poblaciones de riesgo. Los niños y los ancianos son los dos grupos más numerosos. Los primero, porque la fortaleza de sus cuerpos aún está en desarrollo. Los segundos, porque sus cuerpos se encuentran en un estado de gradual debilitación. Corren mayor peligro aún aquellos que padecen de enfermedades respiratorias, como el asma o la bronquitis, por lo que se deberá de tomar cuidados excepcionales para mantener limpios los espacios interiores en los que estas personas llevan sus vidas.  

Qué hacer

El enemigo es invisible, pero sus estragos se sienten por todos. A nivel de exteriores, lo menos que podemos hacer es evitar salir a dar paseos o hacer ejercicio durante las horas de tráfico punta. A nivel de interiores, mantener una buena ventilación es siempre una primera acción, más no la más adecuada. El uso de plantas es una manera de potenciar la pureza del aire interior, aunque debemos de cuidar en escoger bien la especie, pues el tipo de hoja, su grosor y geometría, además de su composición molecular, determinarán su eficacia. De igual manera, las plantas son formas de vida, y como toda forma de vida, el aire contaminado también las afecta. Mientras más absorben, más se desgastan y, en consecuencia, mueren

purificadores de aire AIR8

Los filtros de aire HEPA-13 son la mejor forma de poner un alto a la contaminación de nuestras casas y lugares de trabajo. En AIR 8 hemos desarrollado una serie de soluciones que utilizan estos métodos de filtraje. Que no podamos ver a las partículas PM 2,5, al NO2, o a un virus como la Covid-19 no significa que no podamos hacer algo al respecto. 

La tecnología HEPA-13 es de grado médico. Eso significa que la encontrarás en los lugares donde más importa respirar aire limpio. Con ella, te garantizamos que el 99,97% de todo contaminante será filtrado de tu hogar o lugar de trabajo. Si en tu casa hay alguna fuente que genere NO2, como por ejemplo, los electrodomésticos viejos y averiados, con nuestros productos podrás librarte de su peligro. Patógenos de todo tipo, polen, cabello, hongo y esporas, todos son atrapados y filtrados por nuestros productos, que logran un área de acción de hasta 130 m2. 

La calidad de nuestro producto está garantizada por la marca CE, que testifica como cada uno ha sido fabricado siguiendo las normativas más altas de manufactura ecológica, así como la efectividad de sus servicios. En este momento puedes estar respirando agentes contaminantes que eres incapaz de ver, pero sentirás sus efectos en el futuro. ¿Por qué, mejor, no te pones en contacto con nosotros para más información?  En AIR8 Tech tenemos lo que necesitas para que tu espacio sea seguro, limpio y, sobre todo, saludable. Visita nuestra tienda online, y elije la opción que más se acapte a tu hogar, oficina o negocio.