Estas son las buenas noticias. Según Eurostat, en la última década se ha visto una disminución en la concentración de partículas tipo PM 2,5 en los cielos de Europa. Estas pueden llegar a ser muy pequeñas, hasta 2,5 micras, además de ser altamente perjudiciales para nuestra salud. Mientras que en 2011 las concentraciones se encontraban en los 19,4 µg/m3, las más altas de los últimos veinte años, para 2019 se habían desplomado a 12,6 µg/m3. Esta es una mejora general en la calidad de nuestro aire y, tal vez, una razón para felicitarnos por tan buen trabajo.
Sin embargo, también hay malas noticias. Aunque es verdad que esta media se encuentra dentro de los estándares de calidad para el aire que respiramos, según como la UE los ha definido, también es verdad que aún existen áreas dentro del continente en las que la contaminación del aire continúa siendo una crisis para la salud. Países en donde la contaminación del aire se ha convertido en un problema de vida o muerte, capaz de agravar condiciones preexistentes, como diversas enfermedades cardíacas y pulmonares, así como la bronquitis y el asma.
El fenómeno de la contaminación no es un asunto que se explique fácil. No se trata tan solo del aire que respiramos; se trata también del agua que bebemos y del suelo en el que cultivamos nuestros alimentos. Se trata de un complejo entramado de problemas individuales para el que no existe una resolución sencilla, pues requiere de un esfuerzo monumental para encontrar posibles soluciones, tanto al nivel humanitario como el científico. Las herramientas legales y tecnológicas para lograrlo están en marcha, pero siempre es bueno para nosotros, los ciudadanos comunes, tener a disposición los datos duros que puedan ayudarnos a comprender cuál es el verdadero alcance de este problema.
Realizado por Green Match, una consultora del Reino Unido, este estudio pone bajo la luz algunas verdades interesantes, aunque incómodas, sobre los cielos y suelos de Europa. Lo primero que hicieron fue recopilar datos previamente obtenidos por la Organización Mundial de la Salud, además de otras agencias de misma índole. Después, pasaron a compararlos con una lista de siete componentes clave en la producción de contaminantes, aplicada esta última a cada uno de los países de la UE. De entre estas siete cifras clave, podemos encontrar las emisiones de CO2, las muertes atribuidas a la contaminación del are y la concentración en espacios urbanos de partículas PM 2,5, esos corpúsculos desagradables de los que ya hemos hablado. Basándose en estos criterios, Green Watch dio una puntuación de 10/10 a cada país miembro. Cuanto más alto el puntaje, mayor es la contaminación del país.
Los resultados son interesantes, pero quizás no sorprendentes. Según este estudio, Turquía es el país más contaminado de Europa, con una puntuación de 6,1/10. La concentración de partículas PM 2,5 es de 41 µg/m3 y sus emisiones de CO2 se encuentran en las 4,33 toneladas per cápita. Más alarmante aún, se descubrió que la contaminación del aire es responsable de 44 muertes anuales por cada 100.000 habitantes. Si consideramos que en 2021 la población de Turquía se estimaba en los 84.680.273, eso significa la cifra de muertos al año, causados por la contaminación del aire, es d 37.000.
Polonia y Letonia no se quedan atrás. Con una puntuación de 5,5 y 5,4, respectivamente, completan junto con Turquía la tríada de los países más contaminados de Europa. No hay nada gracioso en estos números. Las muertes anuales que en Polonia se atribuyen a la contaminación del aire son de 69 por cada 100.000 habitantes, mientras que en Letonia aumentan a 91 por cada 100.000 habitantes. A diferencia de Turquía, la concentración de partículas PM 2,5 en ambos países no es tan alta, pero su puntaje general se vio afectado por otros factores ambientales, como las áreas protegidas de bosque. La República Checa, Hungría y Lituania son las siguientes tres naciones más contaminadas de Europa.
Suecia y Finlandia, en cambio, son los países más limpios del continente, con una puntuación respectiva de 2,8 y 3,5. Sus emisiones de combustibles fósiles son comparables a las de otros países, pero su concentración de partículas PM 2,5 es minúscula. Sobre todo, en Finlandia, donde bajan hasta 6 µg/m3. Puede que no sorprenda a nadie saber que estos dos países cuentan con grandes áreas de bosque bajo protección, las cuales actúan como poderosos pulmones naturales. Sorprendentemente, el aire de Noruega y Dinamarca no es tan limpio como el de sus primos escandinavos.
¿Y qué pasa con España? En comparación con la media del continente, su puntaje individual es un poco mejor, a 3,8/10, aunque no todo es fantástico. Las muertes atribuidas a la contaminación del aire español se encuentran en 15 por cada 100,000 habitantes. Definitivamente no tan malo como en Turquía, Polonia y Letonia, pero decididamente una razón para sonar la alarma. Aunque Europa está comprometida con la causa mundial por el medio ambiente, aún quedan muchos problemas por resolver. Aunque se están tomando medidas para reducir la contaminación de nuestro aire, la triste realidad es que se trata de una presencia con la que tendremos que lidiar durante mucho tiempo.
Es imposible quedarnos en casa y evitar sufrir los efectos de la contaminación del aire, pero sí podemos hacer algo para luchar contra ella en los lugares donde trabajamos. En AIR8 somos especialistas en el diseño de productos de bajo coste energético, una tecnología que utiliza la filtración de aire más avanzada del mercado: HEPA-13 de grado médico, avalada por test TÜV y homologada CE.
Según el modelo que usted elija, descubrirá que nuestros purificadores de aire están utilizan de cuatro a seis capas de filtros y prefiltros, como la luz UV-GI, la filtración de carbón y por catalizador frío. Nuestros productos capturan y filtran partículas en del rango PM 2,5 e incluso protegen los espacios contra virus diminutos, hasta de 0,125 micras, como el COVID-19. Cuando se elige un purificador AIR8, se está adquiriendo uno de los mejores y más efectivos productos del mercado, con un impecable CADR (Clean Air Delivery Rate) y la mejor relación entre calidad y precio.
Si le interesa saber cómo un filtro AIR8 puede ayudar a mejorar su espacio, puede leer este artículo sobre uno de los muchos problemas con los que podemos encontrarnos en lugares en los que el aire no tiene la calidad que debería. Los cielos de Europa pueden estar contaminados, pero el aire de su oficina puede ser tan limpio como el de un bosque sueco.