Aire fresco pero no limpio. Los problemas del aire acondicionado
El aire acondicionado puede refrescar el hogar, pero en nada ayuda a nuestra salud.
Aunque es tentador encenderlo durante las olas de calor del verano, no debemos de olvidar los problemas que estos sistemas tienen para el medio ambiente, así como para el aire que respiramos en nuestros hogares. El aire acondicionado puede refrescar el hogar, pero en nada ayuda a nuestra salud.
Tan solo un poco de la comodidad
El verano pasado, 2022, fue una experiencia como pocas de las que nos ha tocado vivir en los últimos años. Con temperaturas históricas a lo largo de Europa, África y Asia, no es de extrañar que España sufriera este calor de manera tan intensa. Muchas son las causas detrás de estas olas térmicas, pero la influencia de nuestra industria y modo de vida en el medio ambiente es, sin duda, una de ellas.
En situaciones extremas como las actuales, lo normal es buscar refugio bajo la sombra y en los lugares bien diseñados en los que podamos tomar refugio. Nuestros hogares, por lo general, son sitios ideales para pasar seguros los embistes de un verano fuera de toda comparación, pero no están sin sus desventajas. Una de más más importantes es un bajo índice de confort térmico, el cual está determinado por varios factores como la humedad ambiente, velocidad del aire y el tipo de materiales con los que nuestros espacios fueron construidos. Algunos de ellos cuentan con buena inercia térmica —la capacidad del material para absorber calor y liberarlo de manera progresiva—, mientras que otros no tanto. El confort térmico es el resultado de la materialidad del edificio, así como su ubicación geográfica, distribución espacial, orientación, etc.
Resulta común que el confort térmico sea bajo en muchas de las construcciones de España. Según una encuesta hecha a 1.004 personas por el grupo Saint-Gobain, más del 90% de los encuestados considera que un buen aislamiento térmico es de importancia en sus hogares, algo que bien podría explayarse a un porcentaje considerable del país. Lo interesante aquí es que solo 1 de cada 3 personas encuestadas está satisfecha con el confort térmico de su casa. ¿Qué significa esto? Además de incurrir en gastos elevados en futuras renovaciones, implica el uso de aire acondicionado para refrescar viviendas que se han vuelto insoportables a lo largo de este verano.
¿Hay algún problema con esto?
Nadie puede culpar a nadie por encender su sistema de AC durante el verano. La comodidad es un derecho que todos tenemos, pero también lo es la calidad del aire que respiramos. En la misma encuesta hecha por Saint-Gobain, el 63% de los encuestados comentó estar preocupado por la calidad del aire en interiores, y es importante saber que el aire en nuestras casas y espacios de trabajo no es necesariamente el más limpio de todos. Es hasta 5 veces más contaminado que el del exterior, y el AC, con su reciclaje del aire interno, ayuda a empeorarlo.
Cuando encendemos uno de estos sitemas, activamos una maquinaria de serpentines de evaporación, abanicos y líquidos refrigerantes que ayudan a enfriar el aire interior. Este es absorbido de la estancia y es tratado para luego refrescar el abiente. Una falsa creencia está en asumir que esto significa que el sistema de AC funciona también como filtro y purificador, resultando así en una mejora considerable en la calidad del aire. Aunque algunos sistemas de AC cuentan con filtros rudimentarios para el polen y el cabello, muchos químicos como el dióxido de nitrógeno (NO2), partículas PM 2,5, VOCs, y demás agentes contaminantes, entran y salen del sistema sin ser eliminados en ningún momento.
Debido a que toda forma de maquinaria se degrada de forma gradual con el tiempo, el aire interior que utiliza el sistema de AC, durante el constante proceso de circulación, se degrada más y más al entrar y salir por las rendijas del AC. Con él introduce en el hogar otras partículas PM 2,5 que se desprenden del propio AC, además de gases refrigerantes que terminan por filtrarse en nuestras casas y oficinas debido a fugas y defectos del sistema.
Debido a que por lo general las ventanas se mantienen cerradas para garantizar un sistema más eficiente, no se da entonces la ventilación natural necesaria para introducir nuevos paquetes de aire en los hogares. Esto significa que el AC recicla y enfría el mismo aire cada vez más contaminado, una y otra vez, resultando en una habitación fresca, sí, pero dañina para nuestra salud. Es así, entonces, que nos encontramos en una disyuntiva: ¿queremos aire fresco o aire limpio?
Problemas para la salud… y el medio ambiente
Todos conocemos a alguien que dice ser alérgico al aire acondicionado, tal vez incluso nosotros mismos seamos esa persona. Pero la alergia no es al AC, sino a lo que ocurre dentro de él. Los conductos interiores del AC se degradan desde el primer día en que es encendido, y esto, sumado a las condiciones del ambiente, lo hace tierra fértil para hongos, bacterias, esporas y otros tantos agentes tóxicos que se suman a los contaminantes que ya existen en el espacio interior que se intenta refrescar.
Reciclar aire contaminado no lo hace más limpio, sino más degradado. De haber sustancias alérgicas en la habitación, podremos llegar a sufrir de comezón en los ojos, la nariz y la piel, además de dolores de cabeza, mareos e incluso dificultades en el respirar. No es común, pero este aire degradado, cada vez más cargado de patógenos acumulados en los filtros del AC, puede llegar a empeorar los casos de asma y rinitis, además de producir infecciones del sistema respiratorio.
Existen, además, otros problemas asociados. El primero y el más inmediato, además de la salud, está en el bolsillo. Encender uno de estos aparatos llegó a alcanzar hasta los 250 euros el año pasado, y esto no parece que vaya a disminuir en un futuro cercano; no con el cada vez más alto coste de la luz y a veranos que parecen alargarse más y más por efectos del cambio climático. El otro problema, tal vez no demasiado obvio en un principio, está en los efectos que los sistemas de AC tienen en el medio ambiente. Cada unidad de AC contribuye a lo que se conoce como una isla de calor, ya que cada unidad de enfriamiento libera calor al exterior, aumentando así la temperatura del entorno inmediato. Nada es gratis en este mundo, y cada habitación que enfriamos con un AC debemos pagarla con un aumento en la temperatura exterior, pues necesitamos energía para enfriar el aire, y esta energía se degrada en mayor entropía.
¿Qué podemos hacer?
En las actuales condiciones, es casi imposible no utilizar el AC cuando tenemos la oportunidad de hacerlo. Eso no significa que no podamos ejercer un poco de criterio. Lo importante es mantener una ventilación natural que renueve el aire de nuestros interiores, por lo que intercalar el uso de ventanas con el uso del AC es una buena estrategia, aunque no la mejor.
No hay que olvidar que el aire exterior también está contaminado, por lo que lo único que haremos al abrir la ventana es ventilar el aire degradado por el AC por uno menos degradado, aunque no perfecto. Es aquí donde vale la pena considerar la importancia de un buen filtro de aire en nuestras casas. Uno que mantenga limpio el aire reciclado por el AC.
Estamos aquí para ayudar
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Pasamos por momentos complicados, por lo que se necesitan de soluciones que faciliten nuestras vidas. Es por eso que tecnología como la nuestra es el complemento perfecto para mantener limpio y sano el aire de nuestros hogares, de manera que, cuando encendamos el AC, no respiremos aire de mala calidad. Nuestros filtros cuentan con distintas etapas de filtrado y pre-filtrado, desde el catalizador en frío hasta las luz UV-GI, el carbono activado y tecnología de ionizado.
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